Carrera que empezaba con mucho cansancio en las piernas por
los entrenos con la bici, pues los dos días anteriores había acumulado más de
150 kilómetros de cara aún posible medio Ironman que finalmente lo hemos dejado
de lado.
El cansancio era tan grande el sábado por la tarde que me
ponía como objetivo sólo disfrutar de la prueba y dejar de lado las marcas.
Estaba muy cansado, pero una siesta muy larga y muchas horas de sueño quitaron
mucha parte de la resaca de la bici, además me lo tomé como un entrenamiento de
cara a la Maratón de Valencia, donde la segunda media maratón debo de tener un
cansancio en las piernas similar al que ya tenía antes de la Media Maratón de
Alicante.
Al principio de la prueba salí como siempre, a mi ritmo e
intentando buscar un grupo de gente que me ayude. Las piernas estaban cansadas
pero aun así el ritmo era muy bueno. Cuando paso por el kilómetro 5 y veo que
todavía estoy con fuerzas a pesar del cansancio el objetivo está claro, vamos a
seguir así hasta que petemos. El paso por el kilómetro 10 lo hago justo en
35:30, nada mal para como tenía las piernas. Justo en ese kilómetro me pongo a
la altura de un chico que siempre iba delante de mí, me pongo a su altura y
cuando veo que no nos vamos a poder ayudar, decido seguir para delante y seguir
con mi ritmo, como no, estábamos corriendo sólo desde más o menos el kilómetro
3. Al paso por el kilómetro 13 tengo un despiste por llamarlo de alguna forma,
me salgo del circuito, cosa que me da rabia porque donde me salí había un
voluntario de carrera que podría haber estado un poco más atento. Me reengancho
a la carrera con dos chicos, uno de ellos el último que había adelantado,
enseguida ese grupo de tres se queda en dos, vuelvo a dejar al mismo chico. Me
pongo a correr con un chico del club de atletismo Apolana de Alicante, nos
ponemos a hablar del ritmo que llevamos, de mi despiste, cosa que hace que te
olvides del sufrimiento durante unos metros. Además llevábamos todo el rato una
bici que nos va dando un bidón de agua a cada uno, (joder que lujo). Los dos
llevamos el mismo ritmo y parece que vamos a llegar juntos al final.
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