
En un principio tenía el objetivo de hacer 33 minutos, mi récord en una prueba de 10 kilómetros es de 34:00, pero en una prueba no homologada que de seguro le faltan mínimo unos cuantos metros. Sin embargo la falta de entrenos en las últimas semanas, y en especial el test realizado en la carrera beer run de Campello, me habían hecho ver que hacer un 33 era imposible, y que debíamos llevar un objetivo superior a 34:30.

Voy con ellos hasta el kilómetro 7, uno de ellos se cae, y ver que ya llevo mucho tiempo con ellos, y estamos casi en el 8 y todavía hay fuerzas, me anima. Empiezo a mirar el ritmo medio del GPS, y va clavado a 3,24. ¡Sorpresa! Puede ser el día en que hagamos un 33 en un 10.000. Llego al último kilómetro y el reloj sigue indicando 3,24.
Verme capaz de hacer 33 me da muchos ánimos en un día que casi no lo esperaba para nada, pero hay pocas fuerzas para correr dos o tres segundos más rápido el último kilómetro, y además sabiendo que los últimos 200 metros son cuesta arriba. Empiezo a dar el 100% en los últimos 300 metros, junto con los dos compañeros que he estado corriendo casi toda la carrera. Llegamos juntos a la línea de meta y los tres llegamos juntos, parando el tiempo en 34:05.
Muy contento por la carrera, y el tiempo, aunque con mucha rabia por haber tenido el 33 tan cerca, también muy contento por mi compañero Salva que fue capaz de correr en menos de 40 minutos.
A seguir y ver qué pasa en Torrellano, la siguiente carrera.
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