Así me planté en la carrera, con menos de una hora de entreno en los últimos 7 días, y sin todavía tener el cuerpo al 100%. No sabía que objetivo plantearme, si salir a tope y ver lo que pasaba, o ayudar a mi amigo Luís a conseguir su mejor marca personal, hacer hora 16.
En la salida me encuentro con Luís, le comento que finalmente voy a salir a tope, y si peto pronto me esperaré a que me coja para poder hacerle de liebre.
Los primeros kilómetros son rápidos, demasiados, paso el 5000 en 17 minutos exactos, el cuerpo todavía rinde, así que seguimos con el plan. Un poco más tarde ya me toca bajar el ritmo, pero es cuando paso la mitad de la carrera, en torno al kilómetro 11 cuando veo que este día va a ser de sufrir y sobre todo de aprender. Me doy una oportunidad más, unos segundos o minutos de descanso leve, y volvemos a intentar subir el ritmo, pero no se puede. Finalmente Luís me coje antes del 18, el cabrón va perfecto para ese tiempo que quiere coger, cuando nos ponemos en parelalelo le comento que le voy a marcar el ritmo que él quiere hasta que pueda, pues he reventado y no podré seguir ese ritmo hasta el 21. Me pongo delante tirando, empezamos a adelantar a gente, lo cual a mi también me anima, le cojo el último avituallamiento, pero antes del 20 le tengo que decir que se vaya. He dado las últimas fuerzas, ahora ya si que estoy muerto, y ya me dejo llevar para llegar a meta y abrigarme lo más rápido posible.
Al final llego en hora 18, nada más llegar veo a Luís que me estaba esperando, le doy la enhorabuena y hablamos un poco de la carrera, pero enseguida a buscar ropa y a abrigarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario